Para los consumidores, esta categorización ayuda a comprender el tipo de sabor que tiene un vino antes de abrirlo, si es apto para una comida o incluso si consumirlo para obtener el sabor adecuado como regalo.
Vino joven
Nuestro entendimiento del vino joven es que no se almacena por mucho tiempo después de la fermentación, es decir, se ha embotellado durante no más de cuatro meses desde la vendimia hasta la venta. También conocido como «vino del año», su crianza se suele realizar mayoritariamente en barrica, aunque también es habitual su conservación en tinajas de hormigón o barro.
Este corto proceso de maduración afecta a sus sabores, y se caracterizan por ser uno de los vinos más afrutados del mercado.
Vino crianza
Los vinos con clasificación de «crianza» no se comercializarán hasta que alcancen los tres años de vida útil. Asimismo, los vinos tintos deben tener una crianza en barrica de al menos un año y el resto en botella antes de su comercialización. Este es un vino que se puede guardar en botella de cinco a diez años sin perder su sabor.
Vino Reserva
Los vinos de reserva pasan más tiempo en el proceso de maduración que sus antecesores. En concreto, el tiempo de fermentación de los vinos tintos es de 36 meses, y el tiempo de fermentación de los vinos rosados y blancos es de 24 meses. El tiempo en barrica también aumenta, un año para los tintos y seis meses para los blancos.
El término «reserva» y la forma en que se elaboran estos vinos tienen sus propias tradiciones. Los antiguos viticultores se dieron cuenta de que si guardaban sus vinos en barricas por más tiempo, adquirirían sabores más intensos y matizados. Los vinos de reserva han ganado popularidad con el tiempo, ya que se ha descubierto que el tiempo de añejamiento otorga mayor calidad a ciertos vinos.
Vino Gran Reserva
El vino Gran Reserva es el que más tiempo lleva en el proceso de fermentación y crianza. Por tanto, en el caso de los vinos tintos, deben fermentarse durante al menos 60 meses, de los cuales 16 meses deben fermentarse en barrica. Para los vinos rosados y blancos, este plazo se reduce a 48 meses, 16 de los cuales en barrica.